jueves, 17 de diciembre de 2009

ACUERDO SOBRE LO FUNDAMENTAL

Cuándo estamos en una sociedad con pensamientos diferentes, que a veces son dispersos, y que originan una división ideológica importante, llega el “contrato social” o simplemente se llega a un consenso.

Aprovechando esta diversidad de pensamientos que origina una democracia participativa y critica, debemos llegar a un acuerdo común, unos objetivos que abarque toda la complejidad de la sociedad, pero todo tiene que ir de la mano de esa misma diversidad de pensamientos, no excluir las minoría de esta obligación política que se fundamenta en los derechos humanos.

Entonces podríamos decir que ese acuerdo sobre lo fundamental está basado en la construcción y consolidación de los derechos humanos, pero todo con una intención colectiva, algo que sea fundamental para todos, es decir, utilizar los derechos del hombre para poder construir una sociedad firme y con la convicción de tener unos beneficios comunes.
En esta necesidad de llegar a un acuerdo común, entenderemos que lo fundamental no está en el poder mismo, sino en la utilización del poder soberano para que ese acuerdo sea viable y aplicable. Pero debemos tener respeto sobre los demás, una tolerancia que suprima pensamientos triviales sobre lo que es la política, y utilizar el pensamiento para generar política, una política que tenga como objetivo elementos que trasciendan lo común, y llegar a una armonía entre las comunidades.

La utilización del poder para el beneficio de todos, debe ir constituida, sobre todo, en la definición del poder fundamental, que consiste en generar conciencia de opinión, y que en el ejercicio de la democracia, se logre llegar a un pacto de responsabilidades comunes, mejor dicho, que no haya una rivalidad troglodita entre los candidatos, sino más bien, que sea esos espacios un escenario para unir ideas, y llegar a un compromiso que involucre a todos los actores de la fiesta democrática, pero no solo entender la fiesta democrática como el momento electoral, sino que ese sea el primer paso para que los aspirantes al poder político, sean responsables de sus acciones y decisiones.

Es por eso que todos los seres humanos somos los artífices de nuestros propios derechos y obligaciones, eso quiere decir, que nuestra obligación elemental, es el respeto, la promulgación y la defensa de nuestros derechos, pero eso no lo hace una logia de amigos entrañables, sino que se logrará con la gran variedad de ideas que nacen de nuestra comunidad.

No podemos olvidar que la unión de fuerzas, construye una legitimidad dinamizadora del desarrollo social, económico, político, religioso y comunicativo, y que en esa unidad, y en esa amalgama de espacios altruistas y de opinión, logrará llegar a la verdadera funcionalidad de los derechos humanos, que para este caso sería, la construcción de un acuerdo sobre lo fundamental.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Web Site Tracking
serious relationship