martes, 5 de mayo de 2020

SOBRE LA SITUACIÓN ECONÓMICA EN GRANADA

Para todos es bien sabido que un importante renglón de la economía en Granada es el comercio, muchas familias dependen de esta actividad económica para el sustento y la supervivencia; también reconocemos la calamidad en la que se encuentra el país, sin embargo, la misma creatividad técnica del Estado ha permitido dar impulsos para la re activación de la economía en todo el país.

No es nuevo que nos llenemos de miedo y que empecemos a especular, incluso a criticar las acciones de los administradores públicos, sin embargo también hay que iniciar con la promoción de estrategias para la "normalización" de la vida (pongo normalización en paréntesis, porque igual el contacto humano cambió).  Si dejamos que el miedo nos abrume, y que toda la responsabilidad recaiga sobre el Estado, en toda su expresión multinivel, caeríamos en un prolongado letargo económico y social, en el sentido que ya no hay producción, ni comercialización de bienes y servicios en la misma proporción que se hacía A.C (Antes del Coronavirus). 

Es importante resaltar que todo los ciudadanos somos responsables para el cuidado y protección de esta enfermedad, acatar las recomendaciones que hagan los que saben, no los que especulan, en este caso la entidad experta es el ministerio de Salud. No es necesario caer en juegos de adivinanzas ni de caer en especulaciones inútiles, no creo pertinente asumir que la administración municipal es la poseedora de la verdad absoluta, creo en este sentido, que debemos trabajar bajo la razón, el sentido común y la inteligencia colectiva.

Conocedor de la importancia del comercio en Granada, exhorto al señor Alcalde para que dé apertura a todos los locales comerciales, no creo pertinente que nos ufanemos de ser altruistas y solidarios, y en el momento de producir para lograr estas metas, el ente territorial la cierre y se niegue a responder las solicitudes del comercio; estoy seguro que el impuesto de industria y comercio sigue intacto, que las demás normas municipales para la regulación de lo establecimientos abiertos al público siguen igual, pero la producción, la comercialización,  los servicios que prestan muchos granadinos quedan en el limbo, donando desde su espíritu generoso, pero clausurado en su espíritu empresarial.

Es elemental abrir los negocios, hacerlo de manera regulada, que los ciudadanos puedan hacer sus transacciones con las prevenciones de ley y naturales, que los comerciantes también entiendan que deben ser cauteloso en el momento de atención al público y sobre todo, que la dinámica del municipio debe seguir su desarrollo, sino, el municipio quebrará, el comerciante tendrá todo el derecho de exigir rebajas al ya muy paupérrimo impuesto de industria y comercio, y la migración empresarial migrará a otros lugares donde el gobernante tenga las agallas de pensar en futuro.

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