viernes, 7 de febrero de 2020

SOY CONSERVADOR.

Es ilógico entender que en plena construcción social de principios de la filosofía liberal, sea censurada la idea de ser conservador; a los conservadores nos hacen sentir medievales, retrógrados, anticuados, anacrónicos, y un montón de palabras que parecen burla frente al principio elemental del conservatismo.  Lo más curioso es, que los que vituperan contra el partido conservador no conocen nada del ejercicio político y mas de las ideologías, hacen comentarios sueltos, sin profundidad conceptual, simplemente lleno de emociones viscerales y pre-históricas, si se quiere.

Uno de los elementos más curioso que hacen revelar a los anti-conservadores, es que discriminan el pensamiento complejo, porque no lo entienden, referencia al conservador como un corrupto ilimitado, sin censura, sin alma, sin una búsqueda de la afabilidad social, nos recriminan porque somos insensibles y con un discurso desorientado de "neoliberal", además, que no conocen la historia del partido político conservador, porque efectivamente, debo defender mis principios a partir de un partido político que me identifica como ciudadano.

El no conocimiento de los principios social-cristianos, el rebujo intelectual de creer que la izquierda militante es la de los eruditos, de los sabios, de los más humanistas, asume realmente que no saben nada de la doctrina más noble de todas: el cristianismo.  Si, porque el conservador tradicional, se entiende fiel a la doctrina de Cristo, es fiel a sus mandamientos y a la de su magna institución; aunque existen conservadores no cristianos, el fundamento elemental está en el respeto a la norma, la consecución de la justicia social, el respeto al orden establecido, a las nobles tradiciones que nos han dejado nuestros ancestros y a ser parte de una comunidad liderada por el Estado.

No puedo recriminar el ataque inmenso al conservatismo, lo que sí debo recriminar es que están usando las mismas estrategias proselitistas, catrocentricas, politiqueras, de creer que ser conservador es un crimen, que pensar en el orden y en el statu quo es anticuado, de sentir la fe como un elemento de poder político, de gobernar a partir de las enseñanzas cristianas, que en esencia es la armonía del ser, es la apología al evangelio.  ¿Qué pueden refutar? negar la existencia de algo que ha existido siempre, o discutirlo desde la más tautologíca idea de la dialéctica materialista o por simples sentimientos opresores. NO, ser conservador es entender que todos somos diferentes, que existe una sola verdad y hay un ser Supremo, un único Dios, que es nuestra razón de ser, es entender que existe un ordenamiento natural, y sobre todo que hay una entidad administradora de todos los Derechos, a quién hay que tributarle.

Como dato curioso, fueron los conservadores que plantaron las herramientas para que todos los que discuten de sus principios, se educaron a partir de una decisión conservadora y de alguna manera, son conservadores reprimidos, celosos y envidiosos de la más altruista de todas las doctrinas políticas.

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