He visto con curiosidad la dinámica de las redes sociales de los gobernantes, es fascinante como se hace gobernabilidad desde los medios tecnológicos, se hace siempre la propagación de los hechos propios de gobierno, y permite a la ciudadanía tener información de primera mano frente a lo quehaceres de la administración pública.
Cada gestión, cada resultado, cada reunión, cada acogida, es un hecho de gobierno, es una acción democrática, demuestra transparencia y un gran sentido de responsabilidad; sin embargo, creo que a veces puede ser contraproducente, me refiero que en el mundo de las tecnologías, las memorias sí duran, quedan consignadas cada una de las gestiones (que no siempre se hacen realidad) y sirve como elemento de evaluación de toda la razón de la administración de lo público.
Las idas a diferentes sectores del gobierno central, las reuniones con diferentes lideres, la elocuentes y trilladas frases de calendario político, también hacen parte de esta estrategia de ciber-gobierno. Las fotos en las redes sociales, cualquier pose extraordinaria me hace recordar que gran parte del gobierno es toda una puesta en escena, la parafernalia del poder, lo diría un sociólogo francés.
Hay que seguir con esta misma estrategia de propaganda, ese hilo permanente que nos da un informe de gestión y ejecución permanente, pero también hay que darle la capacidad técnica al gobierno, que debe estar liderada por el gobernante el kubernao, y dándole también la idea fuerte de un Estado Técnico con capacidad de transformar y desarrollar.
viernes, 24 de enero de 2020
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