Muchas personas suelen ser excluyentes al interpretar la democracia como el único elemento del ejercicio político; si bien la democracia es importante para que la política sea constante, tenga vida y sea proporcionar a las necesidades de un pueblo, toda la política es mucho más compleja, es más, la democracia en sí, es mucho más que un voto en épocas electorales.
Si bien la democracia es un elemento trascendente para el sistema político colombiano, y la pluralidad es fundamental para construir un Estado moderno, basado en el respeto y la diversidad, también es algo complejo, la democracia no es simplemente el ejercicio electoral, sino también tomar parte en todas las decisiones de la república; votar es el principio de la democracia, es la responsabilidad de nuestro poder como pueblo para decidir todo lo que tiene que ver con el desarrollo y la administración del poder.
El voto es una responsabilidad individual, que unido a muchas más responsabilidades genera el verdadero poder político, y construye una sociedad organizada, donde el poder no es del gobernante, sino que es de todos los ciudadanos. Recordemos que ser ciudadano, en términos políticos, es elegir y ser elegido, por ende un ejercicio democrático es llegar a la cumbre electoral.
La cultura política está tan dilatada que se menosprecia el valor real del voto, y esta desestimación es aprovechada por las personas que saben el verdadero plus del voto popular, por eso lo compran por elementos triviales, pero que para el incauto individuo le parece mucho por solo poner una marca en alguna plantilla electoral, de ahí se desprende todos los fenómenos anormales de la política, como lo son la corrupción, la politiquería, la perversa burocracia y un sinfín de problemáticas que desmeritan la política y alimentan el delito.
Es importante ser consciente del voto que se va a suministrar, porque depende de su acción democrática el buen sostenimiento e inversión en la comunidad, pregonando y buscando sobre todas las cosas el beneficio común, desterrando el principio elemental de cualquier acción anti democrática que el beneficio de uno es el beneficio de muchos.
Este es un llamado de atención para ejercer nuestro deber soberano a elegir, puesto que estamos a portas de elecciones, y el conocimiento de nuestro poder es el sostenimiento de la legitimidad de un pueblo, y botar el voto es la plataforma para el deterioro de la democracia como ejercicio político. Para esto es prudente hacer énfasis en la elección de un candidato, practicar nuestra responsabilidad ciudadana de elegir a dirigentes pulcros, coherentes, sensatos y, sobre todo, políticos.
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