lunes, 24 de mayo de 2010

MANIFIESTO CONSERVADOR

Todo conservador debe defender la idea principal de “la asamblea” como unidad, esto significa que el individuo está (o hace parte) de un conjunto, pero su cualidad subjetiva alimenta el proyecto de poder político, en la diversidad de ideas está la fuerza del poder.
No se habla o defiende la inclusión, sino la adopción de ideas claras; la dificultad de la inclusión es que puede ingresar gérmenes contaminados del materialismo ideológico, y la limitación del dinamismo político que es propio de la cultura conservadora.

La representatividad debe se exigente, los conservadores debemos ser gobernados y representados por conservadores, por convicciones ideológicos, no por conveniencia coyuntural, la importancia de alimentar la ideología es tan importante que se convierte en la columna vertebral de la búsqueda del poder político, que en este caso es el principal objetivo del partido.

Conocer la historia hace parte del deber conservador, esto no quiere decir que el tener datos históricos nos hace conservadores, el conocer la historia es aceptarla, pero el saber la esencia de la historia es tener la capacidad de transformar los errores del liberalismo ideológico, porque de este paradigma histórico nace el resurgir del conservador, somos hijos de la filosofía, pero entendemos que de ahí se abre todas las corrientes del pensamiento político.

El ser conservador nos hace defensores de la tradición, es la concepción holística de la sociedad, el pueblo no es un hombre que es seguido por el vulgo, el pueblo es la fuerza de muchos hombres que se siguen entre sí, ser conservador es acatar la ley, la jerarquía y el orden, el fracaso del derecho jurídico, es entonces, la llegada mezquina del hecho bélico, por ende a legalidad está por encima del interés, y la legitimidad está por encima del derecho, es del pueblo que hace el poder, y en el pueblo recae este poder, porque un pueblo con orden es un pueblo gobernante de los intereses de ellos mismos.

La dialéctica social del conservador es la amalgama de: familia, fe y orden, la suma de estos elementos fortalece un ideal consagrada desde la filosofía histórica de la política. La apología al “statu quo” se debe al profundo interés conservador de mantener el orden y la disciplina, tal como lo hicieron en sus tiempos el imperio Romano, que a su vez ha sido el más largo, complejo y sostenible den la historia de la humanidad.

El defender la familia es defender la sociedad naturalmente organizada, es entonces la vehemente defensa a la relación conyugal entere hombre y mujer, nunca se aceptará la unión entre géneros iguales como familia, esto es un acto grotesco contra la naturaleza

domingo, 16 de mayo de 2010

CONSERVADORES NO CONSERVADORES

El titulo puede ser una paradoja dialéctica, pero es el reflejo de unos dirigentes desnutrido de ideología, dirigentes que no acatan en nada el respeto a la jerarquía de la ley, que se toman muy a pecho su actividad política, pero que desconocen profundamente su responsabilidad en lo político; ejemplos abundan por todas partes, pero quiero referirme a la debilidad política de nuestros representantes en Granada – Antioquia.

Sigo creyendo que la razón principal de la corrupción y politiquería de nuestro país no se debe al sistema político, sino a que los dirigentes políticos no tienen un mínimo grado de cultura política, y eso es muy evidente en los municipios de nuestro país. Nuestros ciudadanos ya no escogen alcaldes sino reyes de cuatro años, y los concejales no saben por qué están ahí, y si saben se aprovechan tanto que intimidan y someten al resto de la colectividad. Esto es un caso particular de Granada, existen 9 concejales, de los cuales (por voluntad divina) 7 son conservadores, 1 liberal y 1 independiente.

De estos “honorables” concejales existen 2 que hacen la diferencia, el primero, distinguido profesor que hace parte de la minoría opositora al gobierno municipal, quizá el más coherente de los concejales, porque sabe leer, estudia y alimenta el debate político desde la sana política; pero el segundo concejal que hace la diferencia, perverso y siniestro personaje de la vida política de Granada, del partido conservador oficialista, negado a cualquier sentimiento ideológico, interesado en su beneficio y en su excesivo narcisismo político, sacado del último lugar del infierno, que no respeta a nadie ni a nada, que habla duro para intimidar y que su posición es básicamente la misma: “todo pa’ mi”.

Es mi deber conservador alegar que este personaje no debe ejercer ninguna acción política, su presencia en sí es un peligro para Granada, no aporta nada, no contribuye a nada, su posición es una amalgama de egoísmos y funestos deseos de destrucción, no debe ser conservador, no debe estar en las esferas políticas de ninguna clase. Estos políticos adoptados por el partido conservador, se transforman en un cáncer que destruye la legitimidad de un partido que ha perdurado por más de una centuria y media y que perdurará hasta siempre, siempre y cuándo estos personajes no acaben con la vida útil de un principio filosófico claro y contundente, que se dignifica con la adquisición del poder político y la preservación de la fe sobre todas las cosas.
No pueden vituperar esto, porque yo conozco mi partido, no pueden censurar mi idea, ni mi filosofía, sería apagar la fuerza de un eco dejado por LAUREANO GÓMEZ CASTRO

MANIFIESTO CONSERVADOR


Es increíble que en plena época de conocimientos y cientificidad política existan representantes de partidos que en nada Son congruentes con los principios ideológicos de una colectividad, esto genera una ausencia de identidad que es negativa para la democratización cristiana (católica) de nuestro país.

Puedo ser explicito al anunciar que en Granada Antioquia existan concejales que se ufanen hablando de ideología conservadora y que no practiquen nada de lo que se manifiesta en la civilización. Todos los que son apoyados por el partido conservador deben, por obligación ética, respetar la sabia ideología de nuestros fundadores, el que no lo haga, será expulsado de la colectividad que ha defendido la vida, la familia y el imperio de la ley.

Los conservadores que sabemos defender nuestros principios no debemos claudicar frente a la mediocridad política de nuestros representantes, nuestra fuerza va más allá de una simple intención de poder efímero, la realidad conservadora es retomar la confianza y legitimidad que se ha caracterizado por más de 160 años.

Los que hablamos de unir ideas sin divagaciones ni sofismas demagógicos, que somos los verdaderos conservadores, tenemos la obligación de hacer respetar nuestros principios, así sea desde la lanza inverosímil del debate, no debemos permitir que existan representantes que no sean coherentes en los postulados conservadores, no debemos ser flexibles frente a lo que desfiguran el principio de nuestros fundadores.


Si existe algún Funcionario, Administrador Local, Alcalde, Concejal, Diputado, Gobernado, Congresista, Presidente que no sea congruente con la filosofía conservadora, será desterrado de cualquier apología reaccionaria, y prevalecerá, sobre todas las cosas, una idea, una identidad, una cultura, una fe… UN PATIDO!!!


¡VIVA EL GLORIOSO PARTIDO CONSERVADOR!

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